Aunque los alemanes reivindican en su Affenpinscher al progenitor de este grupo de razas, no existen dudas sobre el hecho de que los Grifones son de origen belga e incluso que ellos fueron los que contribuyeron a la formación del perro alemán. Efectivamente, descienden todas ellas, en línea directa, del antiguo Grifón de las caballerías, en una época bastante conocido y difundido, cruzado con el inglés o Carlino, del cual ha sacado la típica expresión, el hocico corto y la máscara negra. Esta es en síntesis la historia de estas razas que encontraron el momento de su máxima difusión a comienzos de este siglo. La Primera Guerra Mundial causó un gran descenso en el número de ejemplares de estos pequeños perros belgas hasta el punto de estar muy próximos a la total extinción.